A través de la cromoterapia emocional es posible liberar la energía bloqueada en las diversas capas de la coraza, desde la cabeza hasta la zona pélvica.
Se puede actuar tanto sobre los puntos del cuerpo como sobre los auriculares, pero en vez de estimularlos con la presión de los dedos es posible hacerlos entrar en resonancia con determinadas longitudes de onda del espectro con resultados a menudo sorprendentes.
Las longitudes de onda utilizadas son, por lo general, las de la luz visible rojo/magenta, amarilla y azul/cian y las de sus combinaciones. Se trata de los colores primarios de la síntesis sustractiva o primarios del artista o del pintor, también conocidos como primarios de Goethe.
Desde su superposición de dos en dos nacen los otros colores que llamamos complementarios. El complementario del rojo/magenta se obtendrá de la superposición de los otros dos colores primarios, el amarillo y el azul, que producen el verde.
Del mismo modo, el amarillo tendrá como complementario al violeta (azul + rojo), y el azul al naranja (amarillo + rojo).
Estas tres parejas contienen un color cálido y uno frío.
Desde el punto de vista terapéutico, utilizaremos los colores cálidos para tonificar y los fríos para dispersar.
Las parejas de colores también tienen una correspondencia con las tres capas del desarrollo embrionario, lo que significa que las estructuras derivadas de una capa en particular entrarán facilmente en resonancia con las longitudes de onda de la pareja relacionadas con ella.